
Tu información no será usada o compartida ningún otro fin.
© 2017 Los Cuatro Caminos
Habitualmente nos identificamos con aquello que decimos de nosotros mismos. A la hora de una presentación personal, solemos apegarnos a un personaje que hemos creado a partir de nuestras experiencias de vida.
La interpretación de nuestras historias tiene tanto poder en nuestra mente que llega a somatizarse en el cuerpo físico. Si nuestro cuento da vida a aquella persona maltratada sucesivamente, o a quien busca justicia desde la ira, o a quien cree poseer la verdad rotunda y quiere imponerla a otros, terminamos con una postura física que impregna aquel personaje e incluso lo muestra en el modo de hablar y caminar.
Nuestra psiquis entiende que “es” ese personaje -madre, abuelo, hija, pareja, artista, político, sanador, etc- y nos define desde ese rol. En consecuencia, coartamos nuestra capacidad infinita de crear y de ser más allá de nuestras máscaras personales.
Mientras más nos identificamos con una máscara o personaje, más nos proyectamos así al mundo y más creamos situaciones que nos validan. Entramos en un círculo vicioso.
Siendo autores de una nueva historia.
Para tomar los regalos y el poder creativo de nuestras vidas, es necesario reflexionar como estos personajes nos llevan a una o más de las tres grandes fuerzas arquetípicas que nos desempoderan: víctima, victimario/a y salvador/a.
Toda película de Hollywood está basada en estos tres roles porque con ellos se construye un drama.
Si queremos vivir de manera creativa y libre de drama debemos examinar como en nuestras narraciones caemos en una de estas tres fuerzas y en vez debemos comenzar a contar nuestra historia desde otra perspectiva: la del héroe.
Ya no soy quien ha sido abandonado en las relaciones amorosas, o quien tuvo que luchar duramente para subsistir, sino que me convierto en quien tuvo la fuerza y el valor para vencer la adversidad y quien se atrevió a vivir de manera distinta a los demás.
Los chamanes saben que no somos nuestra historia y que lo vivido nos da la oportunidad de cultivar sabiduría y medicina para continuar con nuestro viaje épico llamado vida.
En la dirección Sur de la Rueda Medicinal, aprendes a soltar tus viejas historias limitantes para reinventarte y recuperar tu poder personal.