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La cualidad de inmovilidad del colibrí en su vuelo es necesaria para ir más allá de las palabras inspiradoras o de pensar en cómo resolver los problemas, y entrar en la quietud de tu alma, elaborando una visión de lo que quieres que sea tu mundo.
La Práctica de la Mente de Principiante
Practicar la mente de principiante requiere que nos desprendamos de nuestras nociones preconcebidas. Nuestras vidas se vuelven mucho más sencillas cuando no estamos agobiados por el equipaje de nuestras historias y expectativas. Dejamos de estar cansados y nos abrimos a las oportunidades que se nos presentan. La inocencia y la espontaneidad vuelven a inundar nuestras vidas, y perdemos la actitud de “ya he estado allí, ya he hecho eso”. No es que olvidemos nuestros años de experiencia; simplemente no confundimos lo que aprendimos ayer con lo que estamos descubriendo hoy.
Siéntate en silencio y contempla dónde te pesan las viejas historias, las expectativas y los armarios llenos de todos los trastos y objetos de colección que sabes que no necesitas pero de los que te has resistido a deshacerte. Sopla las viejas historias y expectativas en un palo de madera y libéralas al fuego. A continuación, ve a limpiar tus armarios y tu casa del desorden que te mantiene atado al pasado.
La Práctica de la Transparencia
Practicas la transparencia cuando dejas de ocultar las partes de ti mismo que te incomodan. Significa simplemente que permitimos que los demás nos vean y que no tenemos nada que ocultar. Al fin y al cabo, lo que intentamos ocultar es lo más visible para los demás. Cuando vemos a un hombre arrogante mandando a alguien o presumiendo de sí mismo, vemos claramente que debajo de toda esa fanfarronería, está inseguro de su poder e importancia.
Pero escondemos algo más que nuestras inseguridades. A menudo ocultamos también nuestra belleza y nuestro poder porque nos sentimos incómodos con ellos o tememos las consecuencias de dejar brillar nuestra luz. La transparencia significa establecer una congruencia entre lo que dices que eres y lo que realmente eres. Significa “predicar con el ejemplo”.
Siéntate en silencio y contempla las partes de ti mismo que te incomodan, tanto tus inseguridades como tu belleza y poder. Sóplalas en un palo de madera y libéralas al fuego.
La Práctica de la Integridad
Practicas la integridad siendo fiel a tu palabra y reconociendo su poder para crear la realidad. En la Biblia se dice que en el principio era el Verbo… y el Verbo era Dios…. Es decir, todo fue creado a partir del Verbo. De la misma manera, la calidad de tu creación está determinada por lo fiel que seas a tu palabra. Lo que dices es más importante que cualquier documento legal porque pone en marcha un destino determinado: da al universo instrucciones coherentes sobre el tipo de realidad que quieres crear.
Para los chamanes no hay nada más importante que ser fiel a la palabra dada, por lo que somos muy cuidadosos con lo que decimos. Creemos que pronunciar una sola sílaba negativa a alguien es lanzar una maldición, y que decir algo positivo es dar una bendición.
Siéntate en silencio y contempla hasta qué punto has sido fiel a tu palabra y en qué aspectos te has quedado corto o has pronunciado palabras negativas sobre alguien. Sóplalas en un palo de madera y échalas al fuego.
La Práctica de Vivir con Coherencia
Cuando practicas vivir con coherencia, eres plenamente consciente del impacto de cada pensamiento, intención y acción que tienes, y te ocupas de hacerlos positivos y sanadores en lugar de egoístas y destructivos. Reconoces cuando estás actuando por miedo, y eliges deliberadamente actuar por amor en su lugar. Asumes la plena responsabilidad de todas tus acciones, y el universo se da cuenta de ello, haciendo que tu karma bueno (y también el malo) sea inmediato.
En esta práctica, también tomamos conciencia de las consecuencias de nuestro comportamiento. Las heridas emocionales que causamos a los demás pueden ser tan poderosas que pueden sentirse no sólo durante toda la vida, sino durante generaciones. En el Amazonas, se refieren a esto como maldiciones generacionales: El terror que una madre problemática inflige a sus hijas lo sienten sus hijas y las hijas de sus hijas, y el duro castigo que un padre impone a su hijo lo sienten muchas generaciones.
Ejercicio de Meditación
Siéntate en quietud y contempla dónde estás actuando por miedo en lugar de por amor y cómo las maldiciones generacionales están viviendo en ti. Sóplalas en un palo de madera y libéralas al fuego.
¿Estás preparado para abrazar el Camino del Visionario?
En Munay, Alberto Villoldo