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El primer entendimiento se llama El Camino del Héroe, porque los sanadores más eficaces reconocen que alguna vez ellos mismos estuvieron profundamente heridos, y como resultado de su propia sanación, han desarrollado compasión por otros que están heridos.
El No Juzgar
Para practicar el No Juzgar, debemos trascender nuestras creencias limitadas, incluso las relacionadas a nuestras ideas sobre el bien y el mal. Damos sentido al mundo juzgando las situaciones como correctas, incorrectas, buenas o malas, según las reglas definidas por nuestra cultura, que conocemos como nuestro código moral. Pero un Guardián de la Tierra es amoral – nótese que no son inmorales, simplemente no se rigen por las costumbres. Creen que es importante dejar de lado este tipo de juicios y mantener su capacidad de discernimiento.
Cuando practicamos el No Juzgar, nos negamos a aceptar automáticamente las opiniones de los demás. Al hacerlo, empezamos a adquirir un sentido de la ética que trasciende las costumbres de nuestro tiempo. Esto es especialmente importante en una sociedad que es constantemente bombardeada con imágenes de la realidad filtradas a través de medios de comunicación electrónicos siempre presentes, en los que nuestros valores -libertad, amor, etc.- se reducen a frases hechas y tópicos vacíos.
Ejercicio de Meditación: Siéntate en silencio durante un momento y contempla a quién y qué estás juzgando, y qué ideas sobre el bien y el mal has interiorizado de tu familia, cultura o comunidad; sóplalas en un palo de madera, y luego llévalas al fuego y libéralas.
El Desapego
Para practicar el Desapego, dejamos de lado los roles que hemos asumido y las etiquetas que nos hemos puesto. Aunque nuestras nuevas historias pueden ser mucho más interesantes y productivas para nosotros que las antiguas, nuestro objetivo es dejar de identificarnos con cualquier historia. Cuando nos desprendemos de todas nuestras historias, con sus roles limitantes y sus identidades confinadas, y nos convertimos en un misterio para nosotros mismos, estamos practicando el desapego.
El Desapego requiere que no sólo dejes de lado tus roles y tus historias, sino que también dejes de lado la parte de ti mismo que se identifica con estos dramas. Cuando dejas de atar tu ego a la pequeña identidad de un cónyuge, un hijo, un estudiante, un profesor, etc., dejas de lado tus nociones preconcebidas sobre quién eres, y dejas de preocuparte por si estás complaciendo o desagradando a los demás. Dejas de necesitar la validación de la gente y de enfadarte o entristecerte cuando no la recibes. Eres libre de ser simplemente quien quieras ser.
Ejercicio de Meditación: Siéntate en silencio por un momento y contempla todos tus roles, sóplalos en un palo de madera, y luego llévalos al fuego y libéralos.
El No Sufrir
Cuando practicamos el No Sufrir, no escribimos historias sobre nuestro dolor; porque cuando envolvemos los hechos con una historia, se produce el sufrimiento. En algún momento, todos vamos a perder a un padre, una pareja o un trabajo. Cuando los hechos son hirientes, por supuesto que sentiremos ese dolor, pero no debemos convertir esos hechos en una historia dramática. Por ejemplo, si nos decimos a nosotros mismos “Ahora me he quedado sin madre, sin nadie que me cuide”, los demás nos verán como si estuviéramos bajo el signo del niño sin madre.
En cambio, abrazamos los hechos de nuestra vida y las lecciones que están ahí para enseñarnos. Nos ponemos a disposición para aprender directamente de la sabiduría infinita del universo, para no tener que soportar las mismas desgracias una y otra vez.
Ejercicio de Meditación: Siéntate en silencio un momento y contempla las historias que has tejido en torno a los acontecimientos dolorosos, hazlas volar en un palo y luego llévalas al fuego y libéralas.
La Belleza
Practicar la belleza es percibir la belleza incluso cuando hay fealdad. Por ejemplo, en lugar de pensar en un compañero de trabajo como un quejoso interminable que hace insoportable el lugar de trabajo, podemos percibirlo desde el nivel de colibrí y reconocer que es un símbolo perfecto de nuestra necesidad de aprender a no personalizar la infelicidad de los demás.
Ver la belleza no es un acto pasivo, es un acto activo y potenciador. Cuando ves la belleza por encima de todo, estás transformando el mapa que llevas de la realidad, y que muy probablemente heredaste de tus padres cuando eras joven. Cuando tus mapas internos se llenan de belleza, tu mundo exterior también se llena de esplendor.
Ejercicio de Meditación: Siéntate en silencio y piensa en las personas, los lugares y las cosas que elijas para transformar la fealdad en belleza. Sóplalos en un palo de madera, y luego llévalos al fuego y libéralos.
¿Estás preparado para recorrer el Camino del Héroe?
En Munay, Alberto Villoldo