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El trauma físico y emocional, es parte inevitable de la vida. Cuando experimentamos eventos muy dolorosos es posible que una parte de nuestra alma se separe, llevando consigo aspectos esenciales de nuestro ser. Esta pérdida del alma puede manifestarse como enfermedad, parálisis emocional, miedo, y depresión. Afortunadamente, es posible ingresar al flujo no lineal del tiempo, para sanar los eventos que ocurrieron en el pasado, recuperar la parte del alma perdida, y así corregir el curso del destino.
Entrenado tanto en psicología como en las tradiciones de los Laika (maestros videntes del pueblo quechua antiguo), descubrí que en una sesión de Recuperación de Alma se puede lograr lo que podría tomar años en psicoterapia. En parte se debe a que se re-negocian los contratos obsoletos que ha hecho el Alma al sufrir la herida y así se descartan las creencias auto-limitantes. Además, el lenguaje del alma es rico en imagen, mito, arquetipos, poesía y misterio, y así despierta a la intuición y al amor.
En mi propia vida fui guiado hacia el chamanismo por mi anhelo de no sentirme fragmentado. Al sanar las heridas de mi alma, aprendí a transformar el dolor, la ira y la vergüenza que vivían dentro de mí en fuentes de fortaleza y compasión. Eventualmente me sentí completo y no separado del Espíritu ni tampoco de la abundancia en la Tierra.
En el programa de Medicina Energética Chamánica, cada estudiante se embarca en su propio viaje hacia la auto-realización, y aprende a transformar sus heridas del Alma en fuentes de poder y sabiduría.
Los Laika dividen el inconsciente colectivo de toda la humanidad en tres mundos: de abajo, del medio y de arriba. En el medio, vivimos nuestro día a día, mientras que en el mundo de arriba está el dominio de nuestro destino. Para sanar nuestro pasado y recuperar a nuestra alma perdida, es necesario viajar al mundo de abajo.
La física cuántica ha demostrado que el pasado y el futuro están conectados de una manera no causal pero significativa. Cuando enviamos dos fotones de luz en direcciones opuestas y tomamos uno con un polarizador, afecta al otro instantáneamente, lo que sugiere que no influye la disparidad de tiempo ni de distancia entre ellos. De la misma manera, los Laika conocían desde hace mucho tiempo como afectar a un evento aparentemente lejano en espacio y tiempo.
Para los Laika, el tiempo es como un río que fluye perezosamente hacia el mar, pero en lo profundo hay una corriente que se devuelve hacia atrás, hacia el origen, y hacia el infinito. Al iniciarse en la medicina energética chamánica uno aprende cómo viajar a lo largo de estas “mareas del tiempo” para corregir los eventos que ocurrieron en el pasado e influir en el futuro. A su vez, podemos visitar nuestro destino y afectar el presente. El fenómeno de la sincronicidad adquiere fuerza en relación a la causalidad.
Puedes aprender más sobre la Recuperación de Alma y de Destino a través de mi libro Los Acuerdos del Alma.
Alberto Villoldo PhD