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En el centro de la sesión de sanación energética chamánica se encuentra el proceso de iluminación. La iluminación logra la sanación de tres maneras:
Primero, quema el lodo y los depósitos adheridos a las paredes de un chakra, promoviendo la longevidad y fortaleciendo la respuesta inmunológica. En segundo lugar, quema la energía tóxica que rodea las huellas físicas y emocionales dañinas. En tercer lugar, limpia las huellas en el Campo Energético Luminoso (CEL o LEF en inglés de Light Energy Field). Cuando estas huellas se borran, es posible cambiar las emociones y los comportamientos negativos. Se libera el poder del sistema inmunológico y se acelera la sanación física.
Cada huella en el CEL está vinculada a un chakra a través del cual libera datos tóxicos en el sistema nervioso central. Para comprender mejor el problema de un paciente, realizo una evaluación de los chakras para determinar cuál es el centro energético comprometido.
En las tradiciones chamánicas Inka no hay energías “malas”. Sólo hay energías que son “ligeras”, y por lo tanto apoyan la vida, y energías que son “pesadas”, que no pueden ser digeridas. El proceso de iluminación transforma las energías pesadas en luz, convirtiendo las heridas emocionales en fuentes de poder y conocimiento. Durante una sesión de Iluminación sólo se debe trabajar un tema de sanación y un chakra.
El proceso completo dura aproximadamente una hora. Después de abrir el Espacio Sagrado y envolver a mi paciente en mi Campo Energético Luminoso, me centro en el chakra comprometido. Acunando la cabeza de mi cliente con ambas manos, sostengo los puntos de presión en la base del cráneo. Estos puntos, conocidos en acupuntura como la puerta celestial, ayudan a llevar al paciente a un profundo estado de relajación. Mientras sostengo los puntos de profundización durante al menos diez minutos, le pregunto suavemente qué está experimentando.
Sincronizando mi respiración con la de mi paciente, bajo y abro el chakra comprometido manteniendo una mano a unos pocos centímetros por encima de él/ella, sintiendo la energía que se arremolina, y luego girando mi mano en sentido contrario a las agujas del reloj tres o cuatro veces. (A veces utilizo una pluma de águila para este proceso, ya que me permite llegar a los chakras inferiores sin dejar mi lugar junto a la cabeza de mi paciente).
Tan pronto como el chakra se abre, comienza a “retroceder”, liberando sus lodos y energías tóxicas. A menudo percibo serpentinas oscuras, como gruesas cintas, que se arremolinan fuera del chakra. Hago girar el chakra varias veces en sentido contrario a las agujas del reloj, ya que puede obstruirse cuando se produce el reflujo, y compruebo con mi cliente cómo se siente.
Algunos clientes informan de un cambio en la temperatura del cuerpo, o experimentan espasmos musculares involuntarios, o sacudidas espontáneas, signos de que las energías que rodean la huella están siendo quemadas y expulsadas. Les recuerdo a mis clientes que pueden ralentizar o detener el proceso en cualquier momento cruzando los brazos sobre el pecho.
Cuando detecto que mi paciente ha alcanzado un estado de resolución natural, realizo la Iluminación. Alcanzando por encima de mi cabeza con la mano derecha, recojo la energía de mi octavo chakra y la hago descender hacia el chakra abierto del paciente. Visualizo un sol radiante sobre mi cabeza y veo que mi mano recoge cucharadas de luz solar y baño el chakra con esta luz dorada. Repito este paso tres veces. La Iluminación sana las condiciones físicas y psicológicas, sobrescribiendo la huella con luz pura.
Después de la iluminación, vuelvo a llevar las manos a la base de la cresta occipital del paciente y mantengo los puntos de profundización durante varios minutos. Esto ayuda al paciente a relajarse mientras el cuerpo luminoso establece una nueva arquitectura sanada. A continuación, equilibro el chakra haciéndolo girar tres o cuatro veces en el sentido de las agujas del reloj, y cierro mi propio Campo Energético Luminoso, recogiéndolo hasta que se convierte en un orbe radiante sobre mi cabeza. Cierro el Espacio Sagrado después de invitar a mi paciente a sentarse y compartir su experiencia.
En Munay, Alberto Villoldo
Puedes encontrar información detallada sobre el Proceso de Iluminación en mi libro “Chamán, Sanador, Sabio.”