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En este blog exploramos las cuatro prácticas del camino del Héroe: no juzgar, no sufrir, no apegarse y la belleza. Tómate un tiempo para reflexionar sobre cada práctica y cómo podría cambiar tu vida.
No juzgar. Para practicar el no juicio debemos trascender nuestras creencias limitantes, incluso de lo que creemos está bien o mal. Damos sentido a nuestro mundo juzgando las situaciones como “buenas” o “malas” según las reglas definidas por nuestra cultura, lo que conocemos como nuestro código moral. Pero un Guardián de la Tierra es amoral, es decir, no es inmoral sino que no se rige por las costumbres. Cree que es importante dejar de lado este tipo de juicios y mantener su capacidad de discernimiento. Cuando practicas el no juicio, te niegas a aceptar automáticamente las opiniones de los demás sobre cualquier situación. Al hacerlo, empiezas a adquirir un sentido de la ética que trasciende las costumbres de nuestro tiempo.
No sufrimiento. La práctica del no sufrimiento significa no escribir historias sobre nuestro dolor. En su lugar, nos ponemos a disposición para aprender de la sabiduría infinita del universo: ya no debemos soportar las mismas desgracias una y otra vez. Sin embargo, es fundamental que aprendamos nuestras lecciones, o acabaremos perpetuando nuestra propia miseria. En Oriente, esto se conoce como romper el ciclo del karma y entrar en el dharma, mientras que los laika lo llaman practicar la “dicha”.
El sufrimiento se produce cuando encadenas los hechos en una historia. En algún momento vas a perder a uno de tus padres, a tu pareja o un trabajo, así que puedes hilar este hecho de la forma más dramática que desees, protagonizando una historia dramática en la que se aprovechan, te maltratan o te malinterpretan. Cuando practicas el no sufrimiento, aceptas los hechos de tu vida y las lecciones que están ahí para enseñarte.
Desapego. Para practicarlo nos desprendemos de los roles que hemos asumido y de las etiquetas que nos hemos puesto. Todos tenemos etiquetas que el mundo nos adjudica para describirnos: mamá futbolista, activista social, alcohólico en recuperación, vicepresidente, asistente, etcétera. El problema empieza cuando creemos que la etiqueta abarca todo lo que somos y dicta cómo debemos ser. El no apego requiere no sólo que te desprendas de tus roles e historias, sino también de la parte de ti que se identifica con esos dramas. Cuando dejas de vincular tu ego a esos personajes, te desprendes de las ideas preconcebidas sobre quién eres y dejas de preocuparte si le agradas o no a los demás. Dejas de necesitar la validación de la gente y de enfadarte o entristecerte cuando no la recibes. Eres libre de ser quien quieras ser.
Belleza. Practicar la belleza es percibirla incluso cuando hay fealdad. “Belleza ante mí, belleza detrás de mí, belleza a mi alrededor” – estas palabras provienen de una oración de gratitud Navajo, de una persona que sólo ve belleza en el mundo. En lugar de buscar la fealdad y la pobreza, percibe la belleza que te rodea. Lleva flores del trabajo a casa. Di una palabra amable a un colega. Anima a un amigo. Cuando veas la gracia a tu alrededor, la belleza te buscará y te encontrará, incluso en los lugares más inesperados.
¿Qué has aprendido sobre el camino del héroe?
Alberto Villoldo, Ph.D
Extracto del libro: “Las Cuatro Revelaciones: La Sabiduría, El Poder Y La Gracia De Los Guardianes De La Tierra”.