
Tu información no será usada o compartida ningún otro fin.
© 2017 Los Cuatro Caminos
La práctica de la Contemplación del Cielo está en el centro de la práctica espiritual del Dzogchen tibetano y de otras antiguas tradiciones chamánicas. Durante este ejercicio dejas atrás tus asuntos mundanos y tus aparentemente importantes listas de tareas pendientes y entras en el silencioso mundo interior donde tiene lugar toda sanación, donde los ritmos naturales de tu cuerpo -el pulso, la respiración, las ondas cerebrales y los sistemas energéticos- se sincronizan entre sí.
Siéntate en una silla cómoda con las manos apoyadas suavemente en las rodillas, con los ojos abiertos y la mirada fija en el horizonte, en el cielo. Relaja la mandíbula y deja que tus ojos miren con suavidad. Respira profunda y suavemente. Relaja el vientre, manteniéndolo suave.
Mientras sigues tu respiración, observa tus sentimientos, pensamientos y estados de ánimo. Simplemente observa todo lo que aflora en tu conciencia como si fuera una nube en el cielo que aparece y desaparece por sí misma. Al inhalar, observa cómo eres el observador. Al exhalar, observa lo fácil que es perderse en los pensamientos.
Con el tiempo, empezarás a darte cuenta de que no eres ninguno de tus sentimientos ni tus pensamientos, sino que eres el Vidente que lo observa todo. Fíjate en dónde se pierde tu mente y luego regrésala suavemente para concentrarte en tu respiración mientras miras el cielo de la mañana.
Descansa tranquilamente en esta conciencia y nota la gran amplitud que se abre ante ti. Observa tu mente, la naturaleza, tu cuerpo e incluso el cielo flotando. Las nubes van y vienen, los pensamientos van y vienen, las sensaciones van y vienen.
Con la práctica de este ejercicio, a medida que inviertes en el Vidente con atención y conciencia, todo el ajetreo y las preocupaciones de la mente se disuelven y presencias cada objeto, sentimiento y pensamiento con una sonrisa en la cara.
Para tener éxito, debes practicar este ejercicio diariamente, a primera hora de la mañana durante quince minutos.
Calma tu mente
Y todas las nubes desaparecen.
Contempla una sola verdad
Y un cielo claro aparece.
Patanjali
Asegúrate de practicar la Contemplación del Cielo en los próximos días antes de la publicación del siguiente ejercicio de la serie de este mes Obsequios para Ayudarte a encontrar tu Propósito Sagrado.
En Munay, Alberto Villoldo