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Para hacer la ceremonia de fuego, trabajarás con pequeños palos -incluso palillos normales- que puedes quemar en una vela o en un pequeño cuenco si no puedes hacerlo al aire libre. En el Amazonas, los chamanes lanzan al fuego lo que llaman “flechas de la muerte”, que son los palos en los que han soplado la historia y la energía de aquello de lo que desean desprenderse. El fuego consumirá y luego transformará estas energías. A continuación, el chamán lanza flechas de vida de intencionalidad, de nuevos sueños que esperan ver manifestados.
Comienza abriendo el espacio sagrado utilizando la invocación del Apéndice del libro de la Rueda de la Sabiduría. Toma un momento para meditar en silencio e intentar conectarte con los Animales de Poder: el animal que aparezca durante tu meditación, actuará como testigo sagrado de tu trabajo y te ayudará a despertar tus instintos, ofreciéndote su sabiduría. Hazlo una vez que hayas iniciado el fuego y antes de cerrar el espacio sagrado.
Asegúrate de tener algo para apagar el fuego si se vuelve demasiado intenso y exista la posibilidad de que se escape de su recipiente; por ejemplo, ten un poco de agua o tierra para apagar la vela que colocas en un cuenco para trabajar al hacer esta ceremonia. A continuación, toma un palo de tu pila y sopla en él las emociones asociadas a una historia de la que quieras desprenderte.
Empieza por las historias de las que estés completamente hart@ y sepas que te están frenando. Deshazte primero de las historias personales y luego de las colectivas, que pueden ser más difíciles de identificar: las historias trágicas y dolorosas que compartimos con los demás a menudo pueden darnos un sentimiento confortable de pertenencia. Nos unimos a través del sufrimiento compartido, pero incluso las historias de dolor colectivo necesitan ir al fuego. Deshazte de las historias que comparte la humanidad. Confía en que el Espíritu quiere que la gente suelte esas experiencias, esos recuerdos de cómo nos hemos hecho daño unos a otros, a la Madre Tierra y a sus criaturas. Por ejemplo, los chamanes de los Andes se deshacen de la historia de la conquista, la persecución y tortura de sus antepasados para que la energía de los que sufrieron pueda transformarse en energías sanadoras.
Mientras vas soltando al fuego tus viejas historias con cada palo, empieza a desprenderte de las historias doradas, aquellas a las que anhelas aferrarte. Libera tus historias de logros y triunfos personales. Luego, libera las historias de tu comunidad, de tu país o de tu pueblo, que te han dado orgullo y un sentido de conexión con los demás. Confía en este proceso mientras liberas las historias una a una en un palo diferente para cada una.
Deshazte ahora de tu legado genético, de desarrollar demencia o enfermedades, como otros miembros de tu familia. Deshazte de la idea de que estás condenado a desarrollar alguna enfermedad o a morir antes de haber vivido realmente.
Cuando hayas terminado de soltar todas estas historias y tus miedos sobre ellas, volcando su energía en flechas de muerte, es hora de quemarlo todo en el fuego. No necesitas recordar lo que representa cada palo. De hecho, es mejor que no lo hagas, ya que te habrás desprendido por completo de estas historias. Sujeta cada palillo entre el pulgar y el índice y acerca la punta a la llama. Observa cómo se prende fuego, cómo las llamas lo consumen lentamente y, con él, tu historia.
Cuando el palillo esté totalmente apagado, pasa la mano por encima del fuego y tócate la frente, llevando el poder transformador del fuego a tu chakra del tercer ojo, al centro de la sabiduría. Luego hazlo de nuevo y lleva esa energía a tu chakra del corazón, tu centro del amor. Y hazlo una tercera vez, llevando la energía del fuego a tu vientre, tu segundo chakra, para sanar tus instintos y despertar tu capacidad de manifestar tus sueños más elevados y de crear. Estás trayendo hacia ti energías sanadoras del vasto campo de posibilidades.
Ahora que has lanzado tus flechas de la muerte al fuego, prepara cuatro flechas de la vida. Primero, toma tres palillos o mondadientes y sopla en el primero la sanación que deseas para la Madre Tierra, para la naturaleza, para los animales y los bosques. Imagina los ríos limpios, los océanos libres de contaminación, el aire puro y los seres humanos viviendo en paz con la naturaleza. En el segundo palo, sopla tu intención de traer sanación y paz a un ser querido que lo necesite. Y en el tercer palo, usa tu respiración para anclar tu intención de tener la salud y el coraje que necesitas para traer belleza y paz al mundo. A continuación, toma un cuarto palo, que será una flecha de vida para ti: para que crezca un nuevo cuerpo, para cambiar tu ADN, para dar a luz un nuevo legado, para crear un nueva versión de ti que vivirá una nueva vida a partir de hoy.
Empieza a soltar tus flechas de vida individualmente al fuego para que el Espíritu le dé forma. De este modo, cambias el poder de las historias de las que deseas desprenderte por algo mejor: el poder de sanar y de crear algo nuevo. Comparte tu anhelo, aunque no esté formado, con el Espíritu, sabiendo que tu sabiduría se encontrará con los espíritus en el campo de la posibilidad.
A continuación, invoca a tu animal de poder para que te siga ayudando. Toma tu diario o cuaderno, traza una línea en el centro de una página y plantea la siguiente pregunta en el lado izquierdo para que tu animal de poder la responda:
¿Hay algo más que necesite quemar en el fuego para enfrentar el desafío de la serpiente y acceder a sus dones de sanación y sabiduría?
En la parte derecha del papel, escribe cualquier palabra y dibuja cualquier imagen que te venga; ésta es su respuesta. Si tu animal de poder te ha sugerido quemar algo más, crea una flecha de la muerte y arrójala al fuego. A continuación, vuelve a hacerle la misma pregunta a tu animal de poder, escribiendo las respuestas que surjan en tu conciencia. Entonces, si tu animal de poder te ha sugerido que hay algo que necesitas hacer surgir o experimentar para ayudarte a enfrentar el desafío de la serpiente, crea una flecha de vida para ello y arrójala al fuego.
Si sientes que debes hacer más preguntas a tu animal de poder, continúa esta conversación, soplando energía en flechas de vida y muerte para intercambiar energía con el fuego. La idea es identificar lo que estás resistiendo para que puedas salir de la negación de cualquier cambio que se te plantee. Cuando tu intuición te diga que todo está bien, que ya has hecho suficiente trabajo por hoy, agradece a tu animal de poder su guía. Cierra el espacio sagrado, agradeciendo a cada una de las direcciones por ayudarte y recordando que nunca estás sol@ al hacer el trabajo de la rueda de la sabiduría: siempre estás recibiendo ayuda de los reinos invisibles.
¿Estás list@ para afrontar el desafío de la serpiente, acceder a sus dones de sanación y sabiduría? Descubre más en el blog de esta semana.
En Munay, Alberto Villoldo
Extracto del libro The Wisdom Wheel: A Mythic Journey through the Four Directions